Druuna, de Paolo Eleuteri Serpieri

Druuna, obra del veneciano Paolo Eleuteri Serpieri, veneciano nacido en 1944, y profesor de arte en la Universidad de Roma, además de autor de cómics es pintor y escultor, y por sus dibujos se aprecia su pasión por la arquitectura. Sus inicios en el cómic datan de 1978, en la popular revista Lancio West, con historias ambientadas en el Oeste americano. Su consagración en el medio se debe a la historia de fantasía y ciencia ficción, editada en álbumes, protagonizada por la lasciva Druuna, una obra enfocada como un dualismo aberrante entre lo bello, personificado por la sensual protagonista Druuna, y lo deforme, monstruoso o mutagénico, representado en gran parte por los personajes secundarios, que se mueven en un caótico y podrido mundo claustrofóbico en un relato tan retorcido como cruel.

Las dos primeras entregas de la serie tituladas Morbus Gravis, de 1985 y 1987 respectivamente, constituyen el relato más redondo y mejor presentado por el autor. Es una historia de ciencia-ficción futurista sin espacio para la esperanza.

En la tercera entrega, Creatura, de 1990, asistimos a un cambio de escenario y a la aparición de nuevos personajes, uno de ellos el propio Serpieri, con el nombre y título de “Doc”, mente científica y filosófica del episodio. En este episodio, se intenta convertir a Druuna en un serial por los resultados económicos de los dos primeros volúmenes. Se cambian los escenarios, se le añaden personajes fijos y se acentúan los argumentos clásicos de la serie, el sexo y la violencia.

La cuarta entrega, fechada en 1992, de título Carnívora, plantea un argumento más sencillo y claustrofóbico de ciencia ficción clásica. Con ambientes propios de matadero, con sangre y necropsias. Se va cargando el tema del sexo, haciéndose cada vez más explícito, y como en anteriores volúmenes los finales se quedan abiertos.

En 1995 sale al mercado Mandrágora, con dos aspectos argumentales muy llamativos. Sueños dentro de sueños, así como importantes dudas entre lo real y la pesadilla. El sexo se hace tremendamente visual, y el erotismo extremo va virando hacia pornografía. El argumento del episodio es de una crueldad sádica, ya que un buscado suero buscado que retrasa la aparición del “mal”, se extrae de la sangre vertida tras la mutilación genital, y ahorcamiento de sujetos sanos, sometidos a una ardiente excitación sexual, que la misma Druuna les provoca. La protagonista, más caliente que nunca, por la acción alucinante y afrodisíaca del extracto de la mandrágora, excita a hombres jóvenes y sanos que son colgados y mutilados antes de su eyaculación. La leyenda dice, que las flores de mandrágora crecen a los pies de los ahorcados, puesto que su fertilizante es el propio semen que escurre de los ajusticiados cuando la cuerda atenaza sus gargantas hasta estrangularlos.

Las últimas entregas, Afrodisia (1997) y El planeta olvidado Tomo I (2000), Tomo II 2003), son cada retorcidas, siendo difícil separar los distintos tipos de sueños y la realidad. El relato cada vez va acercándose más a un punto muerto, siendo lioso confundiendo el antes del después y el ahora pareciendo todo un sueño.

Druuna queda pues como un cómic visual, con una prodigiosa técnica de dibujo, y que salvo las dos primeras entregas, no plantea un relato estructurado. De todas formas se considera una gran obra con un todo un universo creado en torno su protagonista, tal como podemos observar en su web oficial.
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